¡Hola amigoneja/o! Hace ya un tiempo te hablé sobre la socialización entre Mico y Lala. A modo de resumen: Mico estaba viviendo como un rey y sus papinejos decidieron meterle en casa a una cosa peluda morena con las orejas muy largas. [Si quieres leer el proceso, hazlo aquí: Socialización entre conejos I, Socialización II, Socialización III y Final] En esta ocasión quiero resumirte, según mi experiencia y la que he podido recoger de otras maminejas y papinejos, los pasos para una socialización entre conejos adecuada.
¿Estás segura/o?
Ya tienes a un peludín en casa, te llena de amor y sabes que lo mejor para él es que viva acompañado porque conoces los beneficios de que vivan en pareja y quieres adoptar un conejo. Pero, ¿estás dispuesta/o a pasar por todo el proceso?
- ¿Y si nunca se llevan bien?
- ¿Estás dispuesta/o a afrontar los gastos de dos?
- ¿Tienes espacio suficiente?
Pueden parecer preguntas tontas pero, ¿qué pasa si nunca llegan a congeniar? La solución sería que siempre vivieran separados, o que bajo tu supervisión pudieran convivir. Lo normal es que acaben conviviendo bien (sobre todo la pareja hembra-macho castrados o cualquier sexo si crecen juntos) pero conozco algún caso de conejos que les cuesta mucho ceder y darse amor. Así que, al menos, tenlo en cuenta.
¿Por dónde empiezo?
Ya te has decidido y estás dispuesta/o a asumir lo que venga. Vale, perfecto. ¿Qué necesitas antes de que llegue para estar preparada/o?
- Un espacio diferente para la llegada del intruso (¡sí, va a ser un intruso para tu peludín!). Es decir, una habitación a parte, un parque o, en última instancia, una jaula.
- Todo lo básico: si va a estar un tiempo «aislado» va a necesitar una esquinera propia, un bebedero, un comedero…¡luego ya tendrán tiempo de compartir!
- Busca tiempo. Intenta que en los primeros días que vayan a pasar juntos puedas estar más presente: un fin de semana, vacaciones. Si no lo tienes, no pasa nada, simplemente ve más despacio.
Diferentes teorías
Con cada persona que hables sobre el tema te dirá una cosa. No hay una respuesta única a cómo hacer que socialicen bien porque no hay dos conejitos iguales. En cualquier caso, te resumo en dos los métodos para la socialización.
- Inmersión. Es decir, tal y como llega a casa lo juntas con tu conejito. ¡Atención! En una zona neutra, es decir, una zona donde no sea habitual que tu conejito esté suelto, al ser tan territoriales, esto promoverá que ninguno se sienta con el derecho a decir «esto es mío» y la relación puede ser más sana. Esta zona tiene que ser lo suficientemente grande como para que estén los dos sin molestarse pero lo suficientemente pequeña para que no dejen de verse. Recuerda que la intención es el acercamiento. Si no tienes un espacio completamente nuevo para ambos, limpia a conciencia los objetos que haya podido marcar o que huelan al conejito que lleva tiempo en casa. También cambia de sitio los muebles, con la idea de que parezca un espacio diferente. Recuerda que la intención es que ninguno de los dos sienta que ese es su espacio y que se conozcan en un sitio «nuevo» para ambos.
- Poquito a poquito (suave-suavesito). En este caso -que yo te recomiendo- necesitarás ir haciendo las cosas más pausadas, fase a fase. Para ello tendrás que tener a cada conejito independientemente, como te comentaba antes, en un parque cada uno. O uno suelto y el otro en parque…la cuestión es que no se toquen, pero se puedan oler y ver.
Poquito a poquito
Desde mi experiencia es la forma más sólida para hacer la socialización. Es mucho más costosa de tiempo y de paciencia pero los pasos son firmes y, cuando algo va un poco mal, es fácilmente corregible. Fase 1. Que se huelan y se vean. No quieres que se toquen, no buscas que se huelan directamente y que dé lugar a un enfrentamiento. Si tu conejo no ha socializado antes no sabes cómo reaccionará y si aunque haya socializado, tampoco sabes cómo puede reaccionar ante ésto. Siempre doy este ejemplo: imagínate que estás en pijama en tu casa viendo Netflix y de repente entra alguien y te dice que ese que ves ahí (señalando a un extraño) es tu nuevo compañero de piso. Y te lo sientan al lado. ¡Y encima pretenden que le quieras! ¿A que no te gusta nada la idea? Pues a ellos tampoco. En esta primera fase también es importante que el nuevo conejito os conozca a vosotros. Es muy importante que empiece a sentirse cómodo con tu olor, con tu voz, que pase tiempo a solas con vosotros y le deis cariño. Fase 2. Intercámbialos de sitio, que huelan el pipí del otro y que dejen su olor y sus pipís en la esquinera del «enemigo». La idea es que marquen, que huelan y se extrañen, pero evitando el cara a cara. Dales comida a la vez, cerca aunque separados. Que se acostumbren a algo positivo (la comida) con tenerse cerca y verse. Esto reforzará la idea positiva hacia el otro. Fase3. Prepara un sitio lo más neutro posible y júntalos por un breve espacio de tiempo. Siempre con supervisión. Si has ido poco a poco, cuando llegues a esta fase ya conocerán sus olores respectivos, así que no se sentirán tan extraños. Si uno de los dos es más asustadizo puede que se asuste cuando el otro se acerque mucho, siéntate cerca y deja que se sienta cómodo también a tu lado. Bajo mi punto de vista esta fase es la que más se tiene que ir repitiendo, cada vez durante un tiempo más prolongado. Aquí puedes encontrarte con acercamientos, movimientos sumisos (uno de los dos agacha la cabeza a ras de suelo) o simplemente pasotismo. Si notas cualquier tipo de agresividad, sepáralos inmediatamente y déjalo para otro día. Te recomiendo que si esto pasa, vuelvas a la fase 2 durante unos días. Fase 4. Si tras muchos encuentros, cada vez más largos, no ha habido ningún comportamiento «malo», es el momento de que se encuentren en el terreno que hasta ahora era prohibido. Es el paso previo a dejarlos completamente solos y así se enfrentarán a lo que va a ser su día a día, siempre supervisado. Fase 5. Si todo va bien, es el momento de que hagan vida normal y sin supervisión. Aunque yo, durante los primeros días, siempre comprobaba que no tuvieran ninguna herida (modo pánico on).
Consejos para la socialización entre conejos:
- Que pasen el uno del otro es lo mejor que puede pasar las primeras veces que se ven.
- Obsérvales, pasa tiempo con ellos. Así sabrás cuando hay posibilidad de agresividad.
- Ten paciencia, piensa en su bienestar y no en el tuyo. El tiempo que inviertas ahora lo verás recuperado en un futuro.
- Préstales atención a ambos, acoge al «nuevo» y arropa al «antiguo». Los dos están en una situación estresante.
- El error más frecuente es querer acelerarlo todo. No me malinterpretes, hay gente a la que le va genial, pero igual no es tu caso. Yo prefiero ser prudente e ir lenta pero segura.
Espero que estos consejos te hayan ayudado y tengas una socialización tranquila y llena de amor. Te mentiría si te dijera que no da un poco de miedo, pero también lo haría si no te recalco que vale mucho la pena. Como siempre, deja tus comentarios aquí abajo, en Facebook, Twitter o Instagram. ¡Hasta la próxima semana!