¡Hola amigonejos! Hace tiempo, cuando nos dio por empezar a usar la palabra «mamineja» lo hicimos de una manera muy casual. En casa somos muy de inventarnos palabras y se nos ocurrió juntar mami + coneja y ahí obtuvimos una palabra que define a la perfección lo que somos. ¡Ay! Que no se me enfaden los papinejos, discúlpenme papis, pero es que somos mayoría…pero todo todito todo se puede aplicar también a vosotros, ¡aquí nada de discriminación!
Pero, ¿qué es una mamineja?
Si eres una de ellas, lo sabrás.
Tienes abnegación por tu peludín (o peludines). Le consientes, le hablas con voz que -en otro contexto- no utilizarías nunca. Le compras cosas, le perdonas cuando muerde un cable o hace pipí donde no debe. Adoras los pelitos que te deja en la ropa negra y las bolas de pelo que flotan por toda la casa en época de muda (y cuando no es muda). Te emocionas cuando te da besitos con su lengua pequeña y suave. Te emocionas cuando suelta sus caquitas si ha estado malito del estómago. Te emocionas cuando se tumba a tu lado. ¡Te emocionas todo el rato! ¿Sabes por qué? Porque eres una mamineja.
Tu conejito siempre manda, siempre marca los tiempos. Le echas de menos cuando estás fuera y alguien se ocupa de él. Le pides fotos y estado de salud cada media hora. Bueno, cada cuarto de hora. Cuando vuelves a casa esperas que se tire a tus brazos y aun sabiendo que nunca pasará eso, piensas que te ha echado de menos, mirándole con corazoncitos en los ojos.
La buena mamineja es la que antepone la salud de su peludín a modas, a actos egoistas. Es la que se informa de sus cuidados y los pone en práctica, la buena mamineja es la que nunca deja de aprender de ellos porque sabe que ellos tienen mucho que darnos, cada día.
Y para tí, ¿qué es una mamineja? Déjanos tu opinión en los comentarios o en nuestra página de Facebook. ¡Hasta la próxima!
